Por Dario
Causa y Efecto
Por Leonardo Valadez C.
Se debate en el Congreso de la Unión y, al mismo tiempo, entre la Sociedad Civil, la reforma que daría lugar a una entidad todopoderosa para sancionar el contenido ominoso que suele darse en algunos medios de comunicación de la radio y la televisión, pero, en especial, en los ahora llamados medios digitales, en los que se incluyen algunas Redes Sociales y plataformas dedicadas a la información y, bien puede decirse al insulto, a la denostación.
Con poco más de cincuenta años dedicado a este noble oficio del periodismo, confieso que han sido pocas las ocasiones en las que mis noticias, reportajes e incluso columnas y artículos de opinión, hayan sido motivo de censura (no la conozco), de llamadas de atención o de supuesta orientación para cambiar el sentido de mis palabras.
A partir de un mensaje televisivo a través de medios nacionales, generado por el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica y ampliamente divulgado en las plataformas digitales, ha surgido lo que podría llegar a ser una nueva Ley que enmarque a las telecomunicaciones, la radio, la televisión, la Internet y plataformas digitales.
No es el propósito de este “tunde máquinas” opinar en favor o en contra de dicha iniciativa de reformas; no lo es, es en todo caso, en el Honorable Congreso de la Unión en donde hay 128 senadores y senadoras y hay también 500 diputados y diputadas, todos de muy diversos partidos políticos, quienes habrán de llevar al debate dicha iniciativa y, al final, presentar ante el pleno de dichas cámaras para su aprobación rechazo.
Pero vale para denunciar el ataque sistemático, horrendo, sucio y mal intencionado, con el que algunos personajes de la vida política dedican gran parte de su tiempo (empresarios de los medios, también), para mantener una crítica destructiva hacia personalidades del Gobierno, de las instituciones y del Congreso; en especial, hay una saña de lo peor en contra de quien ostenta el Cargo de Presidenta de los Estados Unidos Mexicanos que, dicho sea de paso, va con una aprobación generalizada por encima el 80 por ciento en las encuetas de opinión.
Libertad de expresión, sí, desde luego, pero insultar nada más por que pueden, en especial a la jefa del Ejecutivo Federal es lo que no se vale; creo que hay una línea muy delgada entre la libertad y el libertinaje.
Por lo demás, el ejercicio del poder desgasta siempre; eso no tiene duda, pero atacar por el cargo, por quien es, por su forma de ser, famoso, por su persona, eso, eso me parece deleznable desde cualquier punto de vista.
leonardovaladez@yahoo.com
