Por Dario
- Acción impulsada por el Gobierno de Ale Rojo de la Vega a través de la Dirección General de Cultura y Educación.
- Con el trabajo del maestro Isaías Salgado del Pilar, referente del arte popular.
- Una deuda cultural saldada tras el borrado sistemático realizado por la administración anterior.
El Gobierno de la Cuauhtémoc continúa con la estrategia para regresar el color, la identidad y la memoria a las calles de la demarcación. Recientemente se intervinieron puestos metálicos en la colonia Juárez con rótulos tradicionales, como parte del programa “Regresan los Colores a la Cuauhtémoc”, impulsado por la alcaldesa Alessandra Rojo de la Vega desde el inicio de su gestión.
“El ataque a los rótulos fue una tentativa de homicidio cultural. Hoy decimos con hechos: la Cuauhtémoc no se borra, se pinta con orgullo”, afirmó la alcaldesa durante el anuncio del programa, en el Mercado San Juan, el pasado octubre.
Estas acciones —coordinadas por la Dirección General de Cultura y Educación— forman parte de un esfuerzo colectivo que busca dignificar el espacio público, reactivar la economía local y defender el trabajo de maestras y maestros rotulistas, entre ellos Isaías Salgado del Pilar, quien encabeza esta nueva intervención y Alina Kiliwa, quien recientemente plasmó su obra en el Parque El Pípila, de la colonia Vista Alegre.
A través de alianzas con vecinos, colectivos y empresas responsables como Funerarias García López, el gobierno local reafirma su compromiso con el patrimonio barrial. “El gobierno anterior decidió borrar lo que nos hace únicos. Nosotros decidimos recuperarlo desde abajo, con arte y comunidad”, señaló Rojo de la Vega al reconocer también el apoyo del sector privado que ha contribuido con materiales y financiamiento para hacer posible este rescate.
La estrategia forma parte de una política pública de apropiación cultural y un esfuerzo colectivo que demuestra que la cultura popular merece respeto, visibilidad y permanencia. Porque -como lo afirmó la alcaldesa-, más que solo decoración, los rótulos son parte de nuestra memoria barrial, de la economía local y del rostro vivo de la ciudad.
